Corría el 2005 cuando la ópera prima de David Slade llamó mi atención con la resultona portada de una pequeña caperucita como cebo en una trampa para osos. Fue todo un cúmulo de sensaciones que he tenido a bien repetir hasta en cuatro ocasiones: podría decirse que Hard Candy es un Thriller psicológico nada convencional de trama simple pero desgarradora, llena de intensidad y una tensión que consigue agobiarte en sus veloces giros argumentales a caballo entre la inocencia y la demencia.
Apenas un par de intérpretes podemos contar en el reparto (unos por entonces poco conocidos Ellen Page y Patrick Wilson) con una actuación sublime, un tema tabú para la sociedad americana para aquel entonces (internet, la pedofilia y el coqueteo de los cuarentones con las menores) tratado sin clichés psicopáticos en ninguno de los dos perfiles y sin necesidad de un obvio juicio moral, nos engancha de forma extrema y nos hace sentir parte de una situación tan desgarradora y lamentable como un caso de pedofilia.
De estética minimalista y una preciosa fotografía, una de las mayores bazas de Hard Candy son sus impresionantes diálogos, sin ningún tipo de censura (un oscarizado Polanski denunció al director por una veraz acusación vertida sobre él durante el filme) y con una inteligencia y visceralidad desgarradoras. Una película que nos propone un interesante ejercicio sobre los límites de la moralidad, la legalidad y el castigo.
Título original Hard Candy
Año 2005Duración 103 min.
País
Estados Unidos
Dirección
David Slade
Guion
Brian Nelson
Música
Harry Escott, Molly Nyman
Fotografía
Jo Willems
Reparto
Patrick Wilson, Ellen Page, Sandra Oh, Odessa Rae, G.J. Echternkamp
Productora
Lions Gate Films / Vulcan Productions
Género
Thriller. Terror. Drama | Thriller psicológico. Internet / Informática. Venganza. Abusos sexuales. Cine independiente USA
No hay comentarios:
Publicar un comentario