Mejores placas base para juegos 2019: Guía de compra
La elección de la placa base suele ser uno de los aspectos más infravalorados a la hora de montar un PC.
Y es un error, ya que se trata de un componente muy importante para la estabilidad de nuestro equipo y su potencial rendimiento.
En este post te vamos a mostrar cómo elegir la mejor placa base para tu PC y nuestros modelos favoritos.
Ya quieras montar un equipo Intel o AMD, en esta guía encontrarás todo lo necesario para no perderte en el complejo proceso que a veces supone elegir este componente.
¿Qué es una placa base?
Una placa base, también conocida como placa madre, tarjeta madre o motherboard, es un circuito impreso que funciona como centro de control de todo el equipo.
En ella se conectan los demás componentes de un ordenador, y se encarga de que estos se comuniquen correctamente entre sí y de repartir la energía entre ellos de forma adecuada.
Es, por así decirlo, como el sistema nervioso de un PC.
Esta pieza es de vital importancia para el buen funcionamiento de tu ordenador. De hecho, este no podría funcionar sin ella.
Tipos de placas base
Según su tamaño, existen diferentes tipos de placas base. A estas categorías también se las conoce como factores de forma.
Según el espacio que tengas disponible dentro de la torre y de los dispositivos que quieras conectar a la placa, deberás elegir un tamaño u otro.
Estos son los principales formatos que existen en la actualidad:
E-ATX
Las E-ATX (Extended ATX) son las placas base más grandes, recomendadas para equipos de alta gama usados co
ATX
Es el formato estándar. Ofrecen conectividad y ranuras suficientes para la mayoría de los usuarios, y suelen entrar en cajas de tamaño mediano.
Dentro de este formato es posible encontrar desde modelos de alta gama hasta otros muy básicos.
Micro ATX
Son aproximadamente una cuarta parte más pequeñas que las ATX tradicionales, y hoy en día también están bastante extendidas.
También se les suele llamar M-ATX, y en algunas clasificaciones aparece como un subtipo de las ATX.
A pesar de su reducido tamaño, no pierden muchas de las funcionalidades que pueden encontrarse en las ATX, y suelen ser más baratas.
Otra ventaja es su versatilidad, ya que pueden instalarse en cajas de formato ATX o Micro ATX.
Mini-ITX
Estas placas están ideadas para los equipos de pequeño formato, ya que tienen una longitud de casi la mitad de las ATX.
Los equipos construidos en este formato tienen restricciones importantes: normalmente solo admiten una tarjeta de expansión, disponen de menos conectores para discos duros y modulos de memoria RAM, tienen una peor refrigeración…
Además, suelen ser más caras que las ATX o las M-ATX.
Pese a estas desventajas, estos ordenadores pueden ser una buena opción para usos multimedia y para lugares en los que se cuente con un espacio reducido.
Otros tamaños
Existen otros formatos de placas base pero son mucho menos comunes, y están dirigidos a un público con unas necesidades muy concretas.
Es el caso de las DTX y las STX, ambas de un tamaño aún más pequeño que las Mini-ITX.
Partes de una placa base
Las placas base están compuestas por diversos componentes. Algunos son comunes a todos los modelos y otros solo pueden encontrarse en algunas placas en específico.
Estas son las partes más importantes de toda placa base:mo Workstation.
Tienen multitud de opciones de conectividad, y requieren una torre igualmente grande para que pueda acomodarla.
Socket o zócalo del procesador
Aquí es donde se coloca la CPU.
El socket determina qué procesador podemos instalar en la placa, ya que si intentamos insertar uno de un socket diferente, simplemente no encajará.
Los tipos de socket de los procesadores van evolucionando con el tiempo, por lo que normalmente, cuando queremos cambiar el procesador de nuestro equipo, también debemos cambiar de placa para que sea compatible.
Actualmente los sockets más comunes son el LGA 1151 y el LGA 2066 por parte de Intel y el AM4 y TR4 en el lado de AMD.
Es de vital importancia que nos aseguremos que el procesador y la placa son del mismo socket. De lo contrario, además de que nuestro sistema no funcionará, podemos dañar ambas piezas al tratar de instalar el procesador.
Chipset
A menudo se confunden chipset y socket, pero son dos conceptos distintos.
El chipset es una combinación de software y hardware, consistente este último en un conjunto de circuitos electrónicos que se sitúan debajo del socket (y por lo tanto no son visibles). Su función es coordinar el flujo de datos entre el procesador y los demás componentes principales del ordenador.
Cada socket dispone de distintos chipsets entre los que elegir.
El chipset determinará las funcionalidades y características que tendrá la placa base: si es compatible con overclocking o no, si soporta la instalación de dos gráficas, la cantidad de energía que requiere…
Por ello, la elección del chipset es probablemente la más importante a la que nos enfrentemos a la hora de comprar una placa base.
Ranuras RAM
En estas ranuras o
slots se insertan los
módulos de memoria RAM. Actualmente las más comunes son del tipo DIMM (Double Inline Memory Module), que cuentan con un bus de 64 bits.
Las placas base de gama baja suelen disponer de dos ranuras, por lo que están limitadas a la instalación de dos módulos de memoria RAM. Los modelos de gama más alta pueden tener hasta ocho, aunque lo más común es contar con cuatro.
Además del número de módulos, las placas tienen una capacidad de RAM límite:desde 64 GB en los modelos más corrientes hasta los 128 GB de los más avanzados.
También hay que prestar especial atención al tipo de memoria que soporta la placa. El estándar actual es el DDR4, pero todavía se pueden encontrar modelos compatibles con DDR3.
Ranuras de expansión
En estas ranuras podemos instalar
tarjetas de expansión y otros dispositivos para añadir nuevas funcionalidades a nuestro PC.
Las hay de distintos tipos y tamaños. Las más comunes son las PCIe x16, en las que se instalan las tarjetas gráficas, y las PCIe x1, más pequeñas. Otras, como las x4, son menos habituales, ya que un dispositivo con este conector se puede instalar en una ranura x16.
Sin embargo, no siempre es posible usar todas las ranuras de una placa, ya que es posible que al instalar ciertos dispositivos, especialmente tarjetas gráficas, algunas ranuras queden inaccesibles.
Por eso, si quieres instalar varias tarjetas de expansión, lo mejor es que optes por una placa de gran formato, como ATX o E-ATX.
Conectores de alimentación
A través de estos conectores
la placa recibe la energía necesaria y la distribuye entre el resto de componentes.
Normalmente consiste en un conector de 20 o 24 pines, y a veces se pueden encontrar otros más pequeños, de 4 o 8 pines, para proporcionar corriente directamente al procesador.
Puertos SATA
Los dispositivos de almacenamiento, como
discos duros y ciertos discos SSD se conectan mediante estos puertos.
El número de puertos SATA irá determinado por el chipset y el modelo de placa base en concreto, por lo que si planeamos instalar varios discos duros, debemos prestar atención a este dato.
Reloj
Este componente regula la velocidad de ejecución del procesador, mediante una señal de sincronización.
Por ejemplo, una CPU con una frecuencia de 3 GHz recibirá tres mil millones de impulsos eléctricos por segundo para poder operar a esa velocidad.
El reloj también se encarga de sincronizar otros componentes que emitan o reciban algún tipo de comunicación.
Puertos de conexión de entrada y salida
Estos conectores son
accesibles desde el exterior de la torre (normalmente desde la parte trasera) y sirven para comunicar el sistema con dispositivos externos de entrada o salida: monitores, teclado, ratón, impresoras, altavoces, dispositivos USB…
Algunos de ellos se suelen situar en la parte frontal para usarlos con mayor comodidad, como es el caso del jack para auriculares y algunos puertos USB.
BIOS y pila
La BIOS es un chip de memoria que contiene el software que hace de enlace entre el hardware y el sistema operativo, y que hace posible que nuestro equipo arranque cuando lo encendemos.
Este software también se conoce como BIOS o UEFI.
Es posible acceder a la BIOS para modificar ciertos parámetros de la placa base y de otros componentes.
Por ejemplo, desde aquí podemos aumentar la frecuencia de la RAM y el procesador si queremos hacer overclock, aunque para ello debemos tener unos conocimientos previos y contar con el hardware adecuado.
También desde aquí podemos arrancar el sistema desde un disco de inicio de rescate, en caso de que tengamos algún problema que nos impida acceder a Windows de la forma habitual.
Puesto que este chip necesita estar alimentado por energía de forma ininterrumpida para mantener los ajustes y la fecha y hora, junto con él se encuentra una batería que se la suministra cuando el PC está apagado.
Cómo elegir la placa base adecuada
Elegir placa base puede ser una tarea bastante compleja, especialmente para aquellos que no estén familiarizados con sus especificaciones.
Por eso, en este apartado vamos a resaltar los aspectos básicos que hay que considerar antes de hacer nuestra compra.
Presupuesto total
Lógicamente, debemos tener en cuenta de cuánto dinero disponemos para todos los componentes del PC.
Aunque técnicamente podemos montar un procesador de alta gama en una placa barata, lo ideal es que nuestro equipo esté bien equilibrado. Por lo tanto, para un presupuesto bajo o medio (1.000 euros o menos), podemos buscar una opción por debajo de los 100 euros, mientras que para las configuraciones más avanzadas es buena idea optar por un modelo por encima de esa cantidad.
Plataforma y procesador
La primera decisión que debemos tomar, una vez que tenemos un presupuesto delimitado, es la plataforma por la que optaremos para nuestro nuevo PC.
Esto significa elegir entre Intel o AMD, y entre los numerosos procesadores que cada fabricante tiene en el mercado.
Ambas opciones son perfectamente válidas para cualquier presupuesto, pero el uso que vayas a dar a tu ordenador puede ayudarte un poco más en la decisión: en multitarea y programas que usen varios núcleos a la vez, los AMD Ryzen suelen rendir mejor, mientras que Intel se muestra más sólido en el gaming y en procesos que usen uno o pocos núcleos.
También en este punto debes decidir si quieres un modelo de la última generación disponible o si no te importa hacerte con una CPU algo más antigua, en caso de que encuentres alguna a buen precio y quieras ahorrar al máximo.
Una vez que tengamos decidido nuestro procesador, ya sabremos con qué socket es compatible. Lo siguiente es elegir el chipset.
Chipset
Por cada socket suele haber varios chipsets disponibles, que determinarán las funcionalidades que traerá la placa base y qué dispositivos podremos conectar.
Con el fin de simplificar la elección del chipset, estos pueden dividirse en cuatro grupos:
- Chipset básicos: Para usuarios domésticos que usen su PC para tareas cotidianas como navegar por la web, ver películas y series, usar programas de ofimática… También es posible jugar con estos equipos, aunque su potencial será más limitado.
- Chipsets para gaming: Ideales para jugones, incluyen las funcionalidades esenciales más algunos extras, como puede ser la posibilidad de instalar dos gráficas y hasta cuatro módulos RAM, iluminación LED o una mayor variedad de conexiones.
- Chipsets para overclocking: Estos son los que debes elegir si tienes un procesador con multiplicador desbloqueado y quieres sacarle todo el máximo provecho. También son aptas para gaming.
- Chipsets para profesionales o entusiastas: En este grupo podemos incluir los chipsets para procesadores de gama extrema de Intel (series -X) y de AMD (Threadripper). Su público principal son los creadores de contenido, profesionales multimedia o gamers que quieran montar un PC extremo con múltiples tarjetas gráficas.
Overclocking
Como hemos comentado en el apartado anterior, al elegir chipset deberás tener en cuenta de si quieres hacer overclock o no.
Por si no estás familiarizado con este término, se trata de una práctica que puede realizarse con algunos procesadores para subir su velocidad de ejecución por encima de la cifra especificada por el fabricante.
Si no te planteas hacerlo, puedes comprar una placa más barata, ya que no te merecerá la pena pagar la diferencia por un modelo más caro. Simplemente elige una que se adapte bien a tu presupuesto y que cuente con las conexiones que necesitas.
Las placas adaptadas para overclocking tienen materiales de más calidad y están protegidos para soportar temperaturas mayores y posibles problemas eléctricos, como sobretensiones.
Formato y tamaño
Uno de los errores más comunes entre los novatos es que no comprueban que su placa base encaje bien en la torre de su PC.
Las torres están disponibles en diferentes tamaños o formatos, y lo mismo ocurre con las placas base, como ya hemos explicado en este artículo.
Por lo tanto, tienes que asegurarte de que la caja puede albergar la placa base y el resto de los componentes que quieres instalar en ella.
Si tienes espacio suficiente y quieres montar un equipo potente, probablemente quieras una torre de formato completo y una placa base ATX. Si en cambio necesitas un PC multimedia para ubicarlo de forma discreta en el salón junto a tu televisor, puede que sea mejor optar por un formato Mini-ITX.
Sin embargo, los tamaños de las cajas no están estandarizados, como sí lo están las placas, por lo que una torre de tipo Full-Tower o ATX puede tener unas dimensiones diferentes en función del modelo y fabricante.
Para evitar sorpresas desagradables, lo mejor es consultar las especificacionesde la torre, ya que en ellas suele aparecer el tipo de placa base que admite.
Ranuras de memoria RAM
La placa base también determinará la cantidad de módulos de memoria RAM que puedes instalar, así como su capacidad total y su velocidad máxima.
El número de ranuras DIMM (dual in-line memory module) más habitual es cuatro, aunque pueden encontrarse desde dos hasta ocho.
Debes tener en cuenta con qué cantidad de memoria vas a equipar tu equipo, y también dejar la puerta abierta a posibles aumentos en el futuro. La cantidad de RAM estándar a día de hoy son 8 GB o 16 GB, pero eso no quiere decir que en el futuro puedas necesitar más.
Por eso, no es recomendable ocupar todas las ranuras desde el principio.
Por otro lado, instalar la RAM por pares también proporciona una pequeña ventaja en el rendimiento. Por lo tanto, si tienes cuatro ranuras y quieres instalar 16 GB, es mejor que compres dos módulos de 8 GB cada uno, y de esta forma poder añadir otros dos más adelante.
También debes asegurarte que la placa soporta la velocidad de la memoria RAM que planeas comprar.
Mejores placas base Intel 1151 para Coffe Lake
El socket LGA 1151 de Intel es el que usan sus procesadores más modernos dentro de la gama de consumo para usuarios domésticos.
Los modelos de octava generación (Coffee Lake) son compatibles con los chipsets de la serie 300: H310, B360, H370, Q370 (enfocado a un uso corporativo), Z370 y Z390, este último compatible con la novena generación sin necesidad de actualizar la BIOS.
Chipset H310
Es la gama más básica de placas base para Coffe Lake, indicada principalmente para ordenadores muy baratos que monten procesadores como un Pentium o un Intel Core i3.
No disponen de puertos USB 3.1 Gen 2 ni pistas PCIe 3.0 para tarjetas de expansión, aunque para la tarjeta gráfica se puede usar la pista x16 del procesador.
Sus opciones para conectar dispositivos SATA son muy limitadas, y solo soportan un módulo RAM por canal.
Pese a estas carencias, muchos usuarios con necesidades básicas y poco presupuesto tendrán más que suficiente con estas placas.
Intel decidió interrumpir la producción de estas placas al poco tiempo de lanzarlas, aunque todavía es posible encontrarlas a buen precio.
Gigabyte H310M S2H
Si planeas montar un ordenador barato con un procesador bloqueado,
esta Gigabyte H310M S2H es gran opción para poder invertir más en una gráfica dedicada.
Se trata de una placa base sencilla pero con algunas funcionalidades que son muy bienvenidas en un modelo tan económico, como un puerto M.2 para poder instalar un SSD NVMe, condensadores de audio de alta calidad y el sistema de refrigeración Smart Fan 5, que permite monitorizar y controlar el funcionamiento de los ventiladores o sistemas de refrigeración líquida de tu equipo.
Solo admite dos módulos de memoria RAM, pero si quieres mantener la opción de ampliar la capacidad en el futuro, solo tienes que instalar un módulo de 8 GB ahora y dejar libre la otra ranura para cuando decidas ampliar.
Al ser un modelo de formato micro ATX, entrará sin problemas en cualquier caja de tamaño mediano.
Chipset B360
Este chipset es uno de los más populares, puesto que proporciona todo lo que la mayoría de los usuarios puede necesitar.
Ofrece bastantes más opciones de conectividad que las placas H310 (USB 3.1, M.2, PCIe 3.0…) y soporta la tecnología Intel Optane Memory para acelerar un poco la velocidad de los discos duros.
No soporta overclock, por lo que es una buena opción para quienes busquen montar un equipo de gama media con un procesador bloqueado.
Gigabyte GA-B360M DS3H
Entre las opciones disponibles en el mercado,
nos quedamos con esta Gigabyte B360M DS3H de formato micro ATX, gracias a su contenido precio. No obstante, otros modelos mucho más caros no merecen la pena, pues casi alcanzarían en precio a las Z370, restando todo el atractivo que tiene este chipset.
Es compatible con el sistema de Memoria Intel Octane y dispone de 12 puertos USB, la mitad de ellos de tipo 3.1 Gen 1; una ranura PCI-Express x16, una x4 y una x1, un puerto M.2 con PCIe Gen3 x4 para una velocidad teórica de hasta 32 GB/s, 6 puertos SATA…
También soporta tiras de iluminación LED de hasta 7 colores (no incluidas) y cuenta con la función Fan Stop que detiene todos los ventiladores cuando el equipo se encuentra a bajo rendimiento.
Chipset Z390
Ha sido el último chipset en llegar al mercado, y supone una ligera mejora sobre el Z370. Su novedad más importante, sin embargo, es su compatibilidad de serie con los nuevos procesadores Coffe Lake Refresh, de novena generación.
Al margen de esta compatibilidad, entre sus añadidos encontramos la introducción de hasta 6 puertos USB 3.1 Gen 2 y la posibilidad de contar de forma nativa con conectividad Wi-Fi 802.11ac y Bluetooth 5.0.
Gigabyte Z390 UD
Puede que no sea la placa base más avanzada del mercado, pero esta Gigabyte Z390 UD es una de las formas más económicas de
aprovecharse de los nuevos procesadores Intel Coffe Lake de serie 9000.
Como es habitual en las líneas básicas de Gigabyte, esta placa base ofrece una gran relación calidad-precio, eliminando extras innecesarios en muchos casos.
No soporta SLI pero sí CrossFire. También dispone de cuatro ranuras RAM de hasta 4.266 MHz y 64 GB de capacidad, un puerto PCIe M.2 y 8 x USB 3.1 Gen 1.
Pese a tratarse de una placa relativamente barata, permite un overclock más que decente, gracias a su VRM (módulo regulador de voltaje) de 10 + 2 fases y su efectiva solución de refrigeración, con seis sensores de temperatura distribuidas por toda la placa.
Chipset Z370
Los usuarios más entusiastas con procesadores con multiplicador desbloqueadotienen en este chipset una de sus mejores opciones.
Sin embargo, la intención de Intel es ir sustituir este chipset por el Z390 poco a poco, por lo que es de esperar que el stock empiece a faltar durante los próximos meses, y en algunos casos es posible que los precios suban de forma desproporcionada. Ojo a esto, porque posiblemente te merezca la pena optar por el nuevo chipset.
Son más caras que las B360, pero a cambio soportan la instalación de múltiples tarjetas gráficas y tienen numerosas conexiones PCIe 3.0 y USB 3.1.
Con el fin de soportar el overclock, los materiales son de mejor calidad y soportan temperaturas más altas.
MSI Z370-A Pro
Esta placa es
una de las más asequibles de la gama de las Z370, y una de nuestras recomendaciones si optas por un Intel Core de octava generación desbloqueado pero al que no vayas a realizar un overclock muy exigente.
Pese a no ser una placa que se pueda considerar barata, sí que prescinde de algunos lujos con los que cuentan otros modelos superiores, como el sistema de iluminación RGB (aunque sí tiene luces blancas) u otros elementos que son más estéticos que funcionales.
En cuanto a calidad, sin embargo, no deja nada que desear. Esta MSI Z370-A Pro proporciona fiabilidad, estabilidad y una buena conectividad, tanto si no planeas hacer OC como si quieres hacerlo de forma moderada.
Soporta un máximo de cuatro módulos de memoria RAM DDR4 de hasta 4000 MHz de velocidad, y cuenta con dos ranuras PCIe x16 y cuatro PCIe x1, y seis puertos SATA.
MSI Z370 Tomahawk
Quienes busquen un plus de calidad para
configurar un equipo más completo, o planeen realizar un overclock medianamente serio, la MSI
Z370 Tomahawk es una muy buena opción, que ofrece más posibilidades que otros modelos más modestos como el MSI Z370-A Pro pero sin llegar a contar con funcionalidades que muchas veces no resultan útiles de verdad.
Entre algunas de sus características encontramos la compatibilidad con el sistema de iluminación LED Mystic Light, dos puertos M.2, dos puertos USB 3.1 Gen2 Tipo A+C, soporte tanto para CrossFire como para SLI…
Otro aspecto que destaca es la calidad de sus componentes, con capacitadores japoneses Military Class 5. Esto, junto con sus seis conectores para ventiladores y sus disipadores de alta gama, hacen que las temperaturas se mantengan a raya al hacer overclocking.
Si a ello le sumamos una estética impactante, tenemos una placa base muy equilibrada por sus funcionalidades, diseño y precio, muy apta para para equipos de gama media-alta.
Placas base LGA 1151 para Skylake y Kaby Lake
Los procesadores Skylake (6ª generación) y Kaby Lake (7ª generación) también usan el socket 1151, aunque no son compatibles con los chipset de la serie 300.
Los chipsets nativos para Skylake son los de la serie 100:
Estas placas son compatibles con la siguiente generación de procesadores (Kaby Lake) solo si previamente se actualiza la BIOS.
Por su parte, con la llegada de los Kaby Lake, Intel lanzó los siguientes chipsets:
Estos modelos son retrocompatibles, por lo que funcionan de serie con procesadores Skylake.
Por ello, recomendamos siempre que sea posible hacerse con uno de estos chipsets de serie 200, y de esta forma beneficiarse de las funcionalidades extra que incluyen.
Estas son algunas de las mejores placas base dentro de esta gama:
MSI B250 Mortar
No hace falta gastar una fortuna en una placa base para poder disfrutar de un buen ordenador gaming. Y la prueba de ello es esta MSI B250 Mortar, que ofrece
suficientes posibilidades de conectividad sin perder de vista el bolsillo.
Las placas base basadas en el chipset B250 son compatibles con los procesadores Intel de 6ª y 7ª generación.
La MSI B250 Mortar es una de las mejores placas base para gaming de este chipset. Junto con un procesador barato como el Intel Pentium G4560 puede conformar un combo letal, capaz de rendir a muy buen nivel en los últimos juegos y por un precio más que asequible.
Tiene posibilidades de conexión más que suficientes, con soporte para M.2, Crossfire (no así para SLI) y hasta 64 GB de RAM DDR4 de 2133 Mhz distribuidos en cuatro módulos.
Por si fuera poco, estéticamente también luce increíble, con un sistema de iluminación LED y un atractivo diseño militar en gris, rojo y negro.
Asrock Fatal1ty Z270 Gaming K4
Esta Asrock Fatal1ty Z270 Gaming K4 es posiblemente
la mejor placa base calidad-precio dentro del chipset Z270, y específicamente para gamers que quieran hacer un overclock entre moderado y medio a sus procesador sin comprometer en exceso su presupuesto.
También permite un gran rendimiento a la hora de hacer OC a la RAM, y en este caso bastante agresivo, por lo que podremos empujar la velocidad de nuestra memoria (siempre que sea la apropiada para ello) hasta nada menos que 3733 Mhz.
Otro de sus puntos fuertes es su excelente sistema de sonido, con soporte para el software Creative Sound Blaster Cinema 3, y Códec Realtek ALC1220. Definitivamente esta placa no tiene nada que envidiar a tarjetas de audio independientes que pueden costar 100 euros por si solas.
En cuanto a conectividad, viene con 7 puertos USB 3.0 y uno tipo-C, dos puertos M.2, 2 PCIe 3.0 x16, 4 PCIe 3.0 x1 y soporte para AMD Crossfire y Quad Crossfire.
Si quieres una alternativa más barata, puedes hacerte con la versión Z170 de esta placa.
Asus Prime Z270-A
Esta placa gamer es una de las más económicas de Asus dentro de su línea de chipset Z270. Pero aún así,
ofrece mucho más que otros modelos bastante más caros, y de lo que la mayoría de usuarios van a necesitar jamás.
Permite realizar OC de forma sencilla e intuitiva, ya sea a través de la BIOS o del software que trae expresamente para ello. Y en el caso de la memoria RAM, también podremos aumentar la velocidad de nuestros sticks DDR4 hasta los 3866 Mhz.
Soporta configuraciones con múltiples tarjetas gráficas por medio de 2-Way SLI y 3-Way CrossfireX y cuenta con prácticamente cualquier tipo de conexión que podamos necesitar en un futuro: HDMI, dos puertos M.2, 6 SATA 6Gb/s, un USB 3.1 tipo A y otro tipo C…
Estéticamente tampoco se queda atrás. Al atractivo diseño que suelen mostrar las placas de Asus hay que sumar el sistema de iluminación Aura LED, altamente personalizable, y la posibilidad de instalar piezas impresas en 3D por nosotros mismos, algo pocas veces visto en una placa base actual. Estas piezas pueden ser, por ejemplo, placas con nuestro nombre o algún mensaje personalizado, soportes para ventilador o cubiertas para cables.
Asus Maximus IX Hero
En el otro extremo de placas base Asus, el enfocado a
usuarios entusiastas o directamente profesionales, encontramos esta Asus Maximus IX Hero, perteneciente a la línea de productos ROG, muy popular entre gamers de todo el mundo.
Este modelo monta el chipset Z270, y sin duda va dirigido a poseedores de procesadores Intel desbloqueados que busquen empujar los límites de su CPU al máximo.
No es de extrañar por tanto que buena parte de sus características estrella tengan por objetivo precisamente lograr una buena refrigeración: zona de refrigeración líquida con dos conectores para controlar en todo momento la temperatura y el caudal, optimización 5-Way de todo el sistema según el uso que estés dando al equipo y un completo control sobre los ventiladores gracias a la utilidad Fan Xpert 4.
Tampoco podemos dejar de destacar otros puntos fuertes como la gran calidad de construcción de esta placa, su excelente sistema de audio, la iluminación LED integrada o su soporte para piezas en 3D.
Mejor placa base LGA 2066 (X299)
El socket 2066 está diseñado para usarse con las gamas más altas de los procesadores Intel: Skylake-X, Kaby Lake-X y Cascade Lake-X.
Los equipos basados en esta plataforma están pensados principalmente para uso profesional, aunque los usuarios domésticos con más presupuesto también tienen en este socket una buena opción para sacar el máximo partido a sus ordenadores para gaming, streaming, edición de vídeos y otras tareas exigentes.
Estas placas base cuentan con el chipset X299, que cuenta entre sus características más notables su compatibilidad con Intel Optane, la inclusión de hasta 24 pistas PCIe 3.0 y el soporte para memoria DDR4 de cuatro canales (en procesadores Skylake-X).
ASRock X299 Taichi
Si tienes o planeas comprar un procesador Intel de la serie -X, es que quieres absolutamente lo mejor. Y tu placa base no puede quedarse atrás.
Con esta ASRock X299 Taichi podrás sacar el máximo partido a estos procesadores, que es mucho, y acompañarlos con hasta ocho módulos de memoria RAM en quad-channel de hasta 4400 MHz una vez realizado el correspondiente overclock.
Del mismo modo, también ofrece un gran potencial de overclock el procesador, manteniendo siempre una eficiencia pocas veces vista.
Entre sus opciones de almacenamiento, encontramos 10 puertos Sata III y 3 puertos M.2, uno de ellos alimentado directamente por las pistas PCIe del procesador, lo que evita la limitación del ancho de banda al compartirse entre diferentes puertos.
El surtido de puertos USB también es más que interesante: 2 USB 3.1 de Gen 2 de hasta 10 GB/s (Type A y Type C) y 8 USB 3.1 Gen 1.
En en ella podemos instalar hasta tres tarjetas gráficas, y su sistema de iluminación RGB Aura hará las delicias de los usuarios preocupados por el diseño.
Mejores placas base AM4 (AMD Ryzen)
El socket AM4 es el utilizado por los procesadores Ryzen de AMD.
Una ventaja de esta plataforma, frente a la 1151 de Intel, es que es muy estable y tiene mucho potencial de futuro, ya que AMD ha confirmado que este socket contará con soporte hasta 2020, y por tanto será compatible con los procesadores que salgan hasta esa fecha.
Desde su aparición en 2017, habrá sido compatible con al menos tres generaciones de procesadores (una vez que se lance la serie 3000 de Ryzen en 2019).
Intel, por su parte, fabrica chipsets que solo son compatibles con dos familias de procesadores.
Actualmente existen dos series de chipsets para este socket: la 300, nativa para la primera generación de Ryzen, y la 400, para la segunda generación.
Sin embargo, la serie 300 es compatible también con los Ryzen de segunda generación, previa actualización de la BIOS.
Muchos modelos ya traen la BIOS actualizada de fábrica, en cuyo caso lo indican en la caja. De lo contrario, necesitarás un procesador de la generación Zen 1 para poder realizar la actualización, así que más te vale prestar atención a este detalle.
Este sistema también cuenta con la ventaja de que casi todos sus chipsets soportan overclocking (excepto el A320) y algunos de ellos son bastante económicos.
Eso, unido a que los disipadores de serie que traen los Ryzen son de una calidad más que decente, hace que resulte muy barato montar un PC basado en este socket ya preparado para OC.
Chipset A320
La gama de placas base A320 es la más básica de este socket, dirigidas a usuarios que usen su PC principalmente para tareas básicas como ofimática o navegar por la web, y para reproducir vídeos.
Este chipset es nativo para la primera generación de Ryzen, pero al igual que los demás de socket AM4, soporta procesadores posteriores previa actualización de la BIOS.
No soporta overclock del procesador, aunque sí de la memoria RAM y la tarjeta gráfica. Por lo tanto, no resultan muy atractivas a no ser que contemos con un presupuesto muy corto, ya que uno de los puntos fuertes de los Ryzen frente a los Intel Core es que, precisamente, todos están desbloqueados.
Estas placas pueden encontrarse desde los 50 euros, y no recomendamos pagar más de 70 euros por una de ellas, ya que por ese precio podemos adentrarnos en otros chipsets con más posibilidades.
ASUS Prime A320M-K
Este modelo de formato Micro ATX es uno de los más modestos dentro de la gama A320.
No cuenta con ninguna de las funcionalidades premium que pueden encontrarse en placas más caras, y ese recorte también se deja notar en la estética, sencilla y sin iluminación LED.
Pese a ello, es una sólida elección para acompañar a una de las APU de AMD, o un procesador Ryzen de gama baja y montarnos un PC bastante barato.
Dispone de dos ranuras RAM para un máximo de 32 GB, cuatro puertos SATA de 6 GB/s, cuatro USB 2.0 y dos USB 3.0, entre otros conectores.
Pese a lo económico de esta propuesta, también nos encontramos alguna que otra sorpresa, como dos puertos M.2 y las tecnologías 5X Protection III, para blindarnos ante posibles sobretensiones, y SafeSlot Core, que refuerza la ranura PCIe x16 para mantener seguros nuestros dispositivos.
Chipset B450
El chipset B450 es el mainstream dentro de las placas madre para AMD.
Está dirigido a un grupo muy amplio de usuarios, desde básicos hasta avanzados, que quieran extraer todo el potencial de su procesador haciendo overclocking.
También añade un puerto USB 3.1 Gen 2 y dos pistas PCIe adicionales con respecto al A320.
Estos modelos son compatibles de serie con los Ryzen de segunda generación y el soportan la tecnología StoreMi, con la que es posible crear un disco virtual que sirve de enlace entre el disco HDD y el SSD para mejorar la velocidad de nuestro equipo.
La principal limitación de esta plataforma es que no es compatible con configuraciones de múltiples tarjetas gráficas.
ASUS Prime B450M-A
Esta Asus Prime B450M-A es una excelente forma de sacar un buen partido a los procesadores Ryzen haciendo un
OC moderado o medio y sin gastarse más dinero de la cuenta.
Pese a ser una placa de formato mediano (Micro ATX), cuenta con cuatro ranuras para memoria RAM, por lo que en un futuro puedes ampliar la capacidad de tu equipo (hasta 64 GB) sin dificultades.
También cuenta con otras especificaciones y conexiones que contentarán a cualquier usuario medio: un puerto M.2 x4 PCI Express 3.0/2.0 para un disco SSD, un USB 3.1 Gen2 A, dos USB 3.1 Gen1 en el panel frontal, sistema 5X Protection III para poder hacer un overclock más seguro…
Con su conector ASUS Aura Sync podrás instalar tiras LED RGB y sincronizarlas con otros componentes y periféricos de la marca, como ratones o teclados.
Chipset B350
Casi calcado del B450, este chipset acompañó a los primeros Ryzen cuando salieron a la venta y también puede considerarse como la “clase media” de la plataforma AM4.
No cuenta con soporte para StoreMi, y solo son compatibles con los Ryzen de segunda generación siempre que contemos con la versión BIOS adecuada.
Por lo demás, las placas B350 incluyen las mismas posibilidades de conectividadque las B450.
Gigabyte AB350M-HD3
Si planeas montar un equipo basado en un procesador Ryzen de primera generación, tienes a tu disposición muchas placas base por debajo de los 100 euros. Y afortunadamente muchas de ellas son tan completas como esta Gigabyte AB350M-HD3, sin duda
una de las mejores opcionespara presupuestos ajustados.
Esta placa es de formato mATX y viene dotado de suficientes conexiones como para que no echemos en falta nada de lo esencial: dos USB 3.1 GEN 2, un M.2, seis SATA 6Gb/s, HDMI, DisplayPort, DVI-D y D-sub para poder conectar tu PC a prácticamente cualquier TV o monitor…
Además, y pese a su bajo precio, también está preparada para hacer OC, aunque como es de esperar, con ella no conseguirás ningún resultado extremo (ni te aconsejamos que lo intentes). Para ayudarte a ello cuenta con cinco sensores de temperatura y dos conectores híbridos para ventilación que detectan el tipo de refrigeración usada.
En resumen, se trata de una excelente opción para adentrarse en el territorio Ryzen sin tener que desembolsar una fortuna, y con la garantía que brinda una marca prestigiosa como Gigabyte.
Chipset X370
Es probable que los gamers con presupuestos más elevados busquen una plataforma más sofisticada que las anteriores. Y es ahí donde entra en juego las placas X370.
Su público potencial son los usuarios avanzados que quieran realizar un OC más extremo, instalar dos o más tarjetas gráficas o conectar multitud de dispositivos de almacenamiento.
Para ello, estos modelos cuentan con más fases de alimentación, materiales más resistentes, mejor regulación de la potencia y dos PCIe x16 3.0, entre otros muchos conectores.
MSI X370 Krait Gaming
Si optamos por montar un chipset X370,
pocos modelos nos ofrecen una mejor calidad-precio que esta MSI X370 Krait Gaming, que es capaz de satisfacer incluso a gamers entusiastas.
Entre algunas de sus especificaciones más interesantes, encontramos un puerto M.2 Turbo, dos puertos USB 3.1 (tipo A y tipo C), sistema Gaming LAN para conseguir mayores velocidades en juegos online, componentes de gran calidad fabricados bajo el estándar Military Class 4 y soporte tanto para SLI como para Crossfire.
Su UEFI es muy sencilla de usar, y por medio de ella podremos monitorizar en todo momento cada parámetro de nuestro sistema, así como realizar un overclocking bastante estable, llegando alrededor de los 4 GHz de forma segura en el caso del Ryzen 7 1700X.
Desde el punto de vista estético, presenta un aspecto militar principalmente en blanco y negro y viene con sistema LED personalizable, que puede sincronizarse con los de otros dispositivos, como el del ratón, el teclado o el disipador para CPU.
ASUS Crosshair VI Hero
No podía faltar la plataforma de AM4 de AMD en la línea de
placas base entusiastas de ASUS ROG, con todo lo que ello conlleva: gran calidad de materiales, excelente estabilidad para hacer overcloking, un diseño impactante…
Esta placa base de chipset X370 para procesadores Ryzen de primera generación ofrece prácticamente todo lo que cualquier usuario entusiasta pueda desear, y además no es tan cara como otros modelos que tienen casi las mismas especificaciones.
Junto con un buen sistema de refrigeración líquida es posible arrancar alrededor de 800-900 Mhz extra a un procesador como el Ryzen 7 1700, y eso es mucho decir en una CPU de ocho núcleos.
A todo ello debemos sumarle otras características que comparte con otras placas base ROG, como un increíble sistema de audio, montones de conexiones (2 USB 3.1, M.2, 8 SATA 6 Gb/s, HDMI), posibilidad de montar múltiples tarjetas gráficas en SLI o CrossfireX, optimización del sistema 5-Way, sistema de iluminación LED, posibilidad de instalar piezas impresas en 3D…
Todo ello lo convierte posiblemente en la mejor placa base AMD para los Ryzen de primera generación.
Chipset X470
Esta actualización del chipset X470 se lanzó junto con la segunda generación de procesadores Ryzen, y comparte la mayoría de sus características, además de incorporar algunas mejoras.
Entre ellas, destaca el soporte para StorageMi y el aumento de frecuencia RAM máxima soportada (hasta 2933 MHz, pudiendo llegar más lejos si realizamos OC).
Como es de esperar, estas placas no son baratas: las mas asequibles rondan los 140 o 150 euros.
Gigabyte X470 Aorus Ultra Gaming
Gigabyte vuelve a ofrecer una propuesta
casi inmejorable en cuanto a calidad-precio en el segmento más básico de las placas X470.
Y es que este modelo no se limita a proporcionar las funcionalidades propias de su chipset, sino que además añade extras muy bienvenidos: ocho conectores para ventilación, dos puertos M.2 (aunque uno de ellos a media velocidad), diseño de PWM con 8 + 3 fases para un OC mejorado, conector frontal Type C para USB 3.1 Gen2…
La Gigabyte X470 Aorus Ultra Gaming nos permite hacer overclock a un buen nivel, llegando a los 4,25 GHz en un procesador como el Ryzen 7 2700x incluso con refrigeración por aire.
Además, si tienes una caja con ventana, también te gustará saber que cuenta con luces LED incorporadas, así como conectores para añadir tiras adicionales y personalizarlas mediante el software RGB Fusion.
Mejor placas base AMD TR4 (X399)
El socket TR4 es el utilizado por los procesadores de gama extrema AMD Threadripper.
Este socket solo cuenta con un chipset, el X399, que es compatible con la primera y la segunda generación de estas CPU (aunque pueden requerir de una actualización de la BIOS para los modelos más nuevos).
El público al que están dirigidas las placas base TR4 son usuarios avanzados que además de jugar también usan su equipo para llevar a cabo trabajos profesionales como edición de fotografías y vídeos, modelado en 3D, tareas de computación…
Estos modelos cuentan con enormes posibilidades de conectividad, para instalar diversos dispositivos NVMe y tarjetas gráficas.
Además, dispone de memoria RAM de cuatro canales, permite hacer overclocking, e incorpora la tecnología de almacenamiento ultrarrápido AMD StoreMi.
Gigabyte X399 Aorus Gaming 7
Esta Gigabyte
destaca en muchos aspectosfrente a sus rivales principales, y no llega a tener un precio excesivo, por lo que es nuestra recomendación número uno.
En primer lugar, permite alcanzar un nivel de overclock bastante alto, tanto en el procesador como en la memoria, gracias a la calidad de su VRM (módulo de regulación de voltaje) de 8 fases digitales reales y a su sistema de disipación optimizado, que incluye 8 conectores para ventiladores, 9 sensores de temperatura y disipadores dedicados en los puertos M.2.
También destaca la tarjeta de red Killer E2500, enfocada a reducir la latencia de conexión para maximizar la velocidad mientras jugamos online, así como la inclusión de Bluetooth y Wi-Fi.
En cuanto a conectividad, como podéis imaginar, las posibilidades son casi ilimitadas: hasta 4 tarjetas gráficas en SLI o CrossFire, 3 puertos M.2, 8 puertos SATA III, 8 ranuras RAM, 8 USB 3.1 Gen 1, USB 3.1 Gen 2 Type A y Type C…
Y por si fuera poco, estéticamente no se queda atrás. Cuenta con sistema de iluminación RGB Fusion, con luces LED en la propia placa y la posibilidad de instalar tiras externas tanto analógicas como digitales.
Hasta aquí mi guía de mejores placas base del mercado.
Por supuesto, hay otras muchas que también son buenas alternativas, pero estas son mis preferidas por calidad-precio. Y ante todo, recuerda que lo más importante a la hora de elegir modelo es que sea compatible con tu procesador, para lo que tienes que mirar bien qué socket usa y con qué chipset es compatible.
